Llega el gran día, el último sábado, donde artistas y espectadores se reunen para disfrutar del gran show que han ido preparando a lo largo de estos días.
La AMISTAD nos va a acompañar a lo largo del día de hoy.
Tras un buen pan con mantequilla y colacao, se preparan para una mañana de lo más peculiar: deportes alternativos. Waterpolo, frisbee, pichi y flagfootball. Durante la última piscina, 6 invitados de honor (monitores que han crecido junto a nosotros en Castell durante años) ham venido a disfrutar de nuestras últimas 24 horas de circo.
Pasta a la boloñesa y carne con patatas, acompañadas de sandía para refrescar nuestras ideas.
Y llega el Gran Show. Una rúa llena de muchas sonrisas, emociones y espectativas está a punto de empezar. Pero primero un poco de orden con la grúa y la limpieza de habitaciones, donde niños y monitores recogen públicamente todas aquellas piezas que han dejado desordenadas.
El Gran Show se inagura con la presentación de himnos y escudos de los binomios y la entrega de los diferentes diplomas a todos aquellos niños que han destacado por alguna peculiaridad característica.
Y por último se hace una entrega honorífica a todos aquellos que se han encargado de levantar la carpa: premonitores, monitores y caps.
Como en los mejores circos, la cena final tiene lugar en la plaza: pan con tomate y jamón, pizza, bikinis y yogur antes de ponernos nuestras mejores galas antes de la verbena final. El arlequín Serafín sorprende a los payasos y les explica que ellos tienen razón, que no puede vivir sin los valores, así que se une a ellos y al gran circo que están creando juntos.
Una batucada que lleva por bandera 'Puff era un drac màgic' guía a todos los niños hacia la verbena donde pequeños y grandes artistas celebran con infinidad de ritmos la alegría de haber disfrutado juntos de esta carpa.
Y así acaba la última noche todos los artistas, una gran noche con bolsillos llenos de amigos, coca-cola y fanta, y palomitas.
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